¡Hagan la reverencia!, que
llegó un Embajador Romano (*)
Demostrando singular poder corredor, pero más que nada una notable calidad, el potro rosarino debutó ¡a lo grande! y prometió mucho para el futuro cercano
Los dos turnos del premio Zapata, para potrillos perdedores, fueron dominados por Pablo Falero. Uno con El Intratable y el otro con un debutante que llegó desde Rosario para brindarnos una notable muestra. El tal Embajador Romano, del stud Ximena, es un hermoso zaino oscuro que ya nos llamaba la atención en la redonda de exhibición por lo armonioso de sus curvas. El "inexperto" jockey le hizo reconocer el piso de pasto al hijo de Roman Ruler y Early Kit... en el paseo, propiamente: lo llevó de galope liviano hacia los partidores (arrancó por el palo de los 400, más o menos), sin estribar pero obligándolo a cambiar de manos y de curso cada 40 o 50 metros. Esa mínima pero inteligente práctica le alcanzó a Embajador Romano para conocer la cancha: y así fue que vino tercero y cuarto pero ¡de cabeza alta! durante la diagonal, avanzó abriéndose desde los 600 y ¡en cuatro saltos! ya estuvo al lado del puntero Mekong, todavía visiblemente contenido por "Fa Fa". Entre los 400 y los 200 ese rival trató de resistirse... pero sólo porque el pensionista de "Pucho" Antonelli todavía no había sido exigido "de verdad": con apenas "un palito" en los 150 y otro en los 100, Falero y Embajador Romano definieron el pleito, rematando a muy buen ritmo y completando el trayecto cuatro cuerpos antes que Mekong en 1'15"49/100. Bien visto, el triunfo de este potro fue tan expresivo que... ¡sí!, se terminó ganando el título de "Las Comunes" de esta semana porque no sería raro que ¡nunca más! lo tengamos compitiendo dentro del plano condicional.
Por Gerardo López
(*) Extracto de “Las Comunes” publicado en la Revista Palermo Blanca Nº 31.
Foto de Embajador Romano de Revista Palermo.
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