presentó 4, ganaron los 4
El todavía joven entrenador, con apenas 11 ejemplares a su cargo en el Campo 2 de entrenamiento sanisidrense, tuvo la jornada soñada el miércoles pasado: ¡invicto!
No es situación que se dé todos los días con los entrenadores llamados “chicos”; más bien… ¡no se da nunca! Y por eso nos pareció oportuno, además de absolutamente justo, titular nuestra sección destacando la jornada hazañosa de Adrián Saval (el hijo de “El Cholo” Saval) el pasado miércoles 5 en la pistita auxiliar de San Isidro. ¿Que eran carreras “de la CA”, nos dirán? Es verdad. Pero… ¿ustedes se acuerdan de muchos cuidadores que, sea en la categoría que fuera, se hayan ido invictos del hipódromo y con cuatro fotos en el podio de los vencedores? Porque a nosotros nos cuesta bastante encontrarle paralelos a semejante performance. Y ¡ni qué hablar!, cuando le agregamos que en la ocasión se asoció con cuatro jinetes distintos.
La serie empezó en la 3ª del día y… con la más difícil, justamente, cuando la seis años Gypsy Moon logró su cuarto triunfo en 16 actuaciones, por medio de una furibunda atropellada exterior y superando a adversarias un año menores, con Cristian Montoya en las riendas y a jugoso sport de 17,45. Y siguió en la 12ª con la tordilla Every Song saliendo de perdedora en el vigésimo quinto intento, a 3,05 por uno y con ventaja amplia de siete cuerpos, permitiendo además el regreso del jockey tucumano Jesús Rosales al recinto de los vencedores en los máximos. Adriancito sí tuvo la invalorable colaboración de su papá, El Cholo, en la 16ª cuando se impuso la debutante Byron Bay, conducida por Pablo Carrizo y persiguiendo desde la suelta a la gran favorita Navegada para doblegarla en lucha al final, por un cuerpo y repartiendo 5,55 a ganador. Y la tremenda hazaña se completó en la última (17ª), donde presentó por primera vez a su cargo a Exotic Star: con José Leonardo up, la hija de Exchange Rate empezó soltando con un leve brinco, por lo que quedó atrás en los metros del giro… pero una vez en la recta final ¡fue una locomotora! por el medio de la arena, para “alcanzar la carrera” a 100 metros del disco y terminar poniendo un cuerpo y medio a su favor y así salir de perdedora al segundo intento (tenía un lejano debut) con José Leonardo contando con los dedos (uno, dos, tres, ¡cuatro!) en el momento de trasponer el disco y como merecido homenaje para el día en que Adrián Saval escribió su historia.
Profesional de tener a su cargo “siempre alrededor de 10 caballos, en este momento son 11”, como él mismo nos cuenta, Adrián Saval (48) entrena “por las suyas” desde los 19 años… si bien “nació en un stud” porque su papá es un cuidador “de los de la guardia vieja”, con una dilatada y exitosa carrera (los memoriosos seguramente se acordarán de Spazio o de Rusvion, de Lucky Jump y de Guapa Bill), que a los 73 todavía sigue ¡firme! todas las mañanas en el stud y en las canchas de vareo. De la humildad de Adrián, como persona y como profesional, dan clara cuenta sus propias palabras respecto de la hazaña del 5/7: “Son casualidades que seguramente nunca van a volver a ocurrir: ¿sabés… ¡las veces! que me pasé el día antes de las carreras pensando (para mí) ‘mañana doy doblete’, y nunca pude? Recién pude ganar dos en una misma reunión el 23 de noviembre del año pasado…” Todo dicho, ¿no?
Gerardo López
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